Ángel Sánchez

POLÍTICAS Y POLÍTICA

Opinión: Ángel Sánchez

| Radio El Campello

POLÍTICAS Y POLÍTICA
Opinión: Ángel Sánchez

Se aproximan las elecciones, y creo que es interesante plantear alguna reflexión sobre déficits endémicos que, en mi opinión, nuestra política municipal tiene. En concreto quiero referirme a la evaluación de las políticas públicas como ejercicio institucional de análisis autocrítico de la acción de gobierno, a los programas y servicios que la sociedad recibe de su administración municipal. Algo que, aunque pudiera parecer superfluo, supone avanzar hacia una mayor calidad democrática, objetivo que, dados los tiempos que corren, no parece algo irrelevante.

La decisión de implementar, como estrategia municipal, la evaluación de políticas públicas municipales es apostar por una herramienta fundamental para medir el impacto de las decisiones tomadas por los gobiernos locales. A través de la evaluación, se pueden llegar a identificar los aciertos y los errores de las políticas implementadas, generando mejoras en su diseño y aplicación. No obstante, lo habitual es que la identificación de errores se asocie a un posible efecto negativo para los intereses partidistas, por lo que se prefieren las impresiones (como potencial argumento emocional) para reforzar la imagen del gobierno con los “suyos”, a asumir cualquier tipo de ejercicio de autocrítica.

Por lo tanto, es evidente que existe un déficit político en cuanto a la puesta en marcha políticas de evaluación, en mi opinión debido fundamentalmente a la “comodidad” que proporciona la “impresión” de pasividad ciudadana respecto a la exigencia de responsabilidades. No obstante, y ante los dos últimos “truculentos” mandatos municipales, soy de la opinión que la sociedad local va a ser más crítica a la hora de evaluar a los candidatos y candidaturas en cuanto a lo realizado o no y su incidencia en la vida cotidiana de la comunidad.

A modo de síntesis, decir que uno de los objetivos principales y más “radicalmente” democráticos de la evaluación de políticas públicas municipales es la mejora de la transparencia y la rendición de cuentas de las autoridades locales, ya que permite mostrar de manera clara y objetiva los resultados de las políticas implementadas tanto en lo referente a eficiencia presupuestaria como eficacia a la hora de abordar los problemas locales. Otro de los aspectos ( en principio, “incómodos” para los gobernantes) de la evaluación de políticas es la necesidad de contar con la opinión de una ciudadanía informada, , ya que ésta estrategia permite a los ciudadanos acceder y conocer los avances y resultados de las políticas públicas a través de datos objetivos para así poder hacer sugerencias y propuestas concretas (y viables) para su mejora.

La estrategia de asumir la evaluación como herramienta implica el análisis de diversos aspectos. Además de la eficacia y la eficiencia, tendríamos que añadir la equidad y la sostenibilidad. Y resumo: con eficacia me refiero concretamente a la capacidad de la política para lograr los objetivos planteados (esto, evidentemente, requiere de una agenda pública sobre prioridades); la eficiencia está relaciona con la utilización óptima de los recursos disponibles. Con equidad nos referiremos a la distribución justa de los beneficios y los costos entre los diferentes grupos de la sociedad. Y la sostenibilidad estará relaciona con la capacidad para mantener sus resultados a largo plazo, lo que conlleva otro factor absolutamente relevante para garantizar ese mantenimiento en el tiempo de los servicios o programas: el diálogo y el acuerdo, al margen de la aritmética electoral coyuntural.

Personalmente considero que la estrategia de evaluación tiene una serie de beneficios que es necesario poner en valor. No obstante, si tuviese que subrayar uno en concreto éste sería el de contribuir a una mayor transparencia y rendición de cuentas, elementos que inciden directamente en la calidad de la democracia municipal, cuestión en la que creo que estaremos de acuerdo, vale la pena incidir ante la cada día mayor fractura entre la administración y los administrados.

En conclusión, la decisión de evaluar las políticas públicas municipales es una herramienta valiosa para mejorar la toma de decisiones y la implementación de políticas municipales a través de análisis objetivo y mayor participación ciudadana. Sería interesante que las diferentes candidaturas considerasen ésta apuesta como una cuestión no sólo interesante, sino necesaria, superando los miedos o recelos en beneficio de una mejor y mayor democracia local e integrándola de forma transversal en las propuestas que con toda seguridad ya están diseñando y que van a transmitir a la ciudadanía para pedirle su apoyo electoral.

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