Reivindico a Juan Carlos I
Opinión. Pascual Rosser Limiñana
Reivindico a las instituciones del Estado y al pueblo español para – entre todos – recuperar su buen nombre, ahora que parece que por fin vuelve a España después de esas largas vacaciones en Abu Dabi forzadas por el Gobierno sin saber muy bien por qué.
El Padre del Rey será bienvenido allí donde vaya, donde tengan la suerte de recibirle y aplaudir su excelente trayectoria en la historia de España.
Reivindico que se respete su figura como el Rey que reinó en los casi cuarenta años más prósperos de la historia española.
Reivindico a quien fue el artífice de la Transición española. Juan Carlos I pasó de la dictadura a la democracia sin derramamiento de sangre. Tenía poderes absolutos y renunció a ellos para que pasaran a las instituciones democráticas y al pueblo. Un proceso que hoy se estudia en diferentes universidades del mundo y que hizo que promovieran al Rey Juan Carlos como candidato para el Premio Nobel de la Paz.
Lo reivindico como el líder que situó a España en el mapa después del franquismo con una opuesta clara por la democracia, los derechos humanos, la libertad y la paz, que tuvieron que desarrollar los diferentes gobiernos españoles.
Reivindico a Juan Carlos I como un maestro en abrir puertas en el mundo. Manifestó allí donde iba esta nueva y moderna España desde el punto de vista cultural, empresarial o deportivo.
Le reivindico en la cooperación internacional. Hizo fácil (aunque no lo es) sentar en la misma mesa a líderes mundiales como cuando se realizó en Madrid la Conferencia de Paz. Recorrió el planeta para contar los valores de la sociedad española por el mundo. Lo recibieron los grandes líderes internacionales con la curiosidad de conocer a ese Rey campechano, hacedor de tantas y difíciles cosas. Como la de hacer fracasar el golpe de Estado de Tejero.
Reivindico a Juan Carlos I en su perfil europeísta, esfuerzo propio y de los Gobiernos españoles hasta verlo culminado con la firma del Tratado de Adhesión a la Unión Europea en el Palacio Real de Madrid.
Lo reivindico como Rey Padre, supo inculcar a su familia el amor por España y el espíritu de servicio ante cualquier circunstancia. Lo vemos en su hijo Felipe VI, ya un Rey excelente. Si Juan Carlos I no lo tuvo fácil al pasar de la dictadura a la democracia, su hijo tampoco lo tiene fácil con el despertar de movimientos políticos independentistas y de extrema izquierda que lo cuestionan todo.
Lo reivindico cuando Juan Carlos I abdicó a favor de la Institución de la Corona. Supo pasar a un segundo plano sin traumas, ni conflictos. Preservando la Institución, separándola de las personas que ejercen el alto liderazgo como Rey de España.
Como todo gran estadista, hay sombras en su gestión. También necesitamos mayor claridad e información en los asuntos privados que han ensombrecido su figura como Rey para acallar comentarios que no tienen fundamento y para explicar los que lo tienen.
Finalmente, reivindico que viva en España en uno de los inmuebles de Patrimonio Nacional. Hay en Madrid, y a lo largo de la geografía española, palacios y palacetes que bien pueden ser su residencia habitual, siempre que le garanticen la seguridad y orden público que merece, ya que no puede hacerlo en el Palacio de la Zarzuela al ser la sede de la Jefatura del Estado. Otras Monarquías así lo hacen con el Rey Padre o la Reina Madre, no sería nada especial.