Opinión

¿Por qué un alicantino está enterrado en una catedral de EEUU?

Opinión. Pascual Rosser Limiñana

| Radio El Campello

¿Por qué un alicantino está enterrado en una catedral de EEUU?

Opinión. Pascual Rosser Limiñana

Un alicantino ¡está enterrado en una catedral de EEUU! ¿Cómo es eso? En Europa esto ocurre con Papas, Reyes… ¿Por qué recibió semejante reconocimiento? Seguidamente les desvelo este misterio. Se lo voy a decir en seguida, no le voy a tener en ascuas mucho tiempo. Ya verá.

En la catedral de Saint Louis en New Orleans está enterrado este personaje. Una placa de mármol lo corrobora. Afirma que Francisco Bouligny Paret, nacido en Alicante el 4 de septiembre de 1736, Gobernador de Luisiana, falleció en New Orleans el 25 de noviembre de 1800, y allí está enterrado.

Muy bien. ¿Pero quien fue Francisco Bouligny para llegar tan alto en aquellas tierras? ¿No le pica la curiosidad?, a mí mucho y por eso le invito a que me acompañe en esta investigación. Allá vamos con la ilusión de descubrir a un alicantino célebre del que se conoce poco su historia en su ciudad natal y ahora juntos la vamos a desvelar.

Efectivamente, Francisco Bouligny nació en la calle Mayor de Alicante. Su padre, Juan Bouligny, de origen francés, afincado en esta ciudad para comerciar productos de esta tierra, casó con la alicantina María Paret. Atraído por el pujante puerto de Alicante, Juan fundó Bouligny y Cía, una de las más importantes del aquel Alicante del siglo XVIII. No se aburrieron. Además de sus quehaceres comerciales, tuvieron 16 hijos. Francisco fue el séptimo de ellos. Así nos lo cuenta Benjamín Llorens Brotons en su interesante libro “Sucedió una vez. Alicante camino de la modernidad” donde describe a este personaje. También lo hace la Real Academia de la Historia en su sección de biografías, un gran archivo del saber dónde puede consultar a este como a otros muchos personajes que contribuyeron a hacer grande la historia de España.

Francisco fue bautizado en la iglesia de San Nicolás. A los 11 años sus padres lo mandaron a la Universidad de Orihuela. Con 22 años se alistó en el ejército como cadete. Cuando cuatro años después fue destinado a La Habana ya era teniente. Estuvo allí desde 1763 a 1769 aprendiendo el arte de la guerra y la necesaria convivencia con los indígenas. Era joven, impetuoso y con ganas de aventura. Y la encontró. En 1769 se unió a las tropas de Alejandro O´Reily, militar irlandés al servicio de la Corona española, con la finalidad de presentar batalla y rendir a los rebeldes criollos franceses rebelados en el territorio de Luisiana que estaba bajo el dominio del Imperio español.

Francisco hablaba francés, además de español, por lo que O´Reily lo usó como intérprete en las incursiones y juicios contra aquellos franceses que no aceptaban el dominio español después de que Francia cediera ese territorio en 1763 a través del Tratado de París. Después de esta tarea Francisco fue ascendido a Capitán y pasó a formar parte del nuevo Regimiento de Luisiana. Este territorio tenía una gran extensión. Fíjese. Comprendía desde la actual Canadá por el norte al Golfo de México por el sur. Y desde la cuenca del Mississippi por el este a las Montañas Rocosas al oeste. Hoy ese territorio corresponde más o menos a unos 15 estados de EEUU.

Por su formación, por sus inquietudes, por su ambición y por su dominio del francés, Francisco Bouligny se relaciona con lo más granado de la sociedad de Nueva Orleans. Se movía bien por esos ambientes, destacando por su carácter sencillo, generoso, y orgulloso por su condición de militar del Imperio español. En 1770 se casó con Marie Louise le Senéchal que era hija del Comisario de Marina, pasando a ser propietario de una amplia plantación. Tuvieron cuatro hijos.

En 1775 vuelve a España. Regresa habiendo hecho las américas, casado y con una considerable fortuna. Aprovecha su estancia en tierras españolas para presentar a las autoridades gubernamentales – entre ellas a Jose de Gálvez, ministro de Indias – su libro titulado “Memoria histórica y política sobre la Luisiana”, siendo muy valorado y tenido en cuenta para la futura administración de aquellas tierras.

En esa época empiezan en Norteamérica los movimientos militares para desprenderse de la dominación inglesa. España participa de forma encubierta, apoyando su emancipación, destacando las acciones militares de Bernardo de Gálvez. Este en 1777 nombra a Francisco Bouligny vicegobernador de Luisiana. También le asciende a teniente coronel. Tenía la misión de reforzar el sistema defensivo, mantener el comercio, diversificar la agricultura, fundar nuevas poblaciones y tener una buena relación con los indígenas.

Era trasero de mal asiento, ya sabe. En 1779 Francisco encabeza una expedición con colonos españoles originarios del pueblo malagueño de Alhaurín de la Torre, entrando en territorio de los indios atacapas. Allí funda la ciudad de Nueva Iberia, en memoria de la tierra que le vio nacer. Esta población existe em la actualidad, pero llamada New Iberia. En las calles de esta población se recuerda a Francisco Bouligny como su fundador, ese alicantino que fue allí de tierras lejanas en busca de aventuras y les dedicó buena parte de su vida.

Muchos son los españoles que hicieron lo mismo. No sólo partieron de Extremadura o de Andalucía, sino de diferentes partes de España. Buscaban explorar nuevos territorios, un buen porvenir, y hacer fortuna de una u otra manera. Buena cuenta de ellos los encontramos en el interesante libro titulado “Atlas de los exploradores españoles” donde se recogen sus avatares y en donde se cuentan muchas curiosidades. Se lo recomiendo, encontrará en él muchas sorpresas.

Pero permita que vuelva con Francisco Bouligny. Qué hizo, quizá se pregunte, después de la fundación de la población mencionada. Pues bien, emprendió una nueva acción. En mayo de 1779 España entra oficialmente en la guerra de la independencia norteamericana. El rey Carlos III quiso involucrarse abiertamente en esta contienda y contribuyó a la constitución del actual EEUU. Pero volvamos a los cañonazos, que los hubo y muchos. Al mando de Bernardo de Gálvez, Francisco Bouligny participa en la conquista española del territorio de Fort Butre y en el de Baton Rouge que arrebatan a los ingleses. A su vez, en 1780 Bouligny participa en la conquista de Fort Charlotte y lidera la dominación de Móbile Bay. En 1781 participa en el asedio a Pensacola con el resultado de la rendición de todas las poblaciones británicas, y sus puertos.

Francisco Bouligno siguió batallando con el ejército norteamericano amparado por la Corona española hasta su independencia del yugo inglés en 1783. A partir de esta fecha se le acumulan los acontecimientos personales. El 4 de septiembre de 1791 le nombran jefe del Regimiento de Luisiana con el grado de coronel. El 18 de julio de 1799 fue designado como gobernador militar de Luisiana, amplio territorio donde tubo que gestionar de todo. En septiembre de 1800 recibe una Real Orden por medio de la cual se le asciende a General de Brigada. Poco después fallece en New Orleans – el 25 de noviembre – después de una larga enfermedad. Fue enterrado en la catedral de Saint-Louis con todos los honores. Allí quedó su recuerdo después de una vida entregada a esas tierras dándolo todo, incluso su vida, por aquellas gentes desconocidas que dejaron de serlo, contribuyendo a su bienestar.

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