Con el público puesto en pie tras una última pieza dedicada al pueblo de Ucrania, anoche finalizó el tradicional concierto de invierno de la Agrupación Musical l’Avanç.
En el auditorio Pedro Vaello tras un magnífico programa escogido por el director Luis Seguí, que supo tocar la fibra de los cientos de espectadores que llenaban la sala para disfrutar una vez más de nuestros músicos más experimentados.
El concierto arrancó con “Azenet”, de Ramón García i Soler, una fanfarria para metales y percusión que fue una de las primeras creaciones del compositor. Le siguió “Imatges”, de Pedro Joaquín Francés, muy cercana a la composición de concierto y audaz en sus motivos.
El programa siguió con “La Torre del Oro”, de Gerónimo Giménez, alternando ritmos de malagueña, soleá y zapateado en una composición llena de color y fantasía española. También pudimos escuchar “Canterbury Chorale”, de Jan Van der Roost, una pieza instrumental con la que el compositor quiso reflejar la riqueza sonora del órgano de la catedral de Canterbury.
La última pieza antes del inesperado homenaje a Ucrania fue “La ruta del Cid”, de David Rivas Domínguez, con narración de Ramón Sánchez. Un poema sinfónico en cuatro episodios que describen la vida y experiencias del Cid Campeador.